Iphigenia es hija del rey Agamenón, pedida en sacrificio a este para que los barcos pudieran seguir impulsados por el viento rumbo a Troya. Ella, consciente de la importancia de su sacrificio, está dispuesta a inmolarse por el bien común. En esta propuesta escénica nos encontramos con una Iphigenia que vive en Vallecas uno de los barrios obreros de Madrid por excelencia, que nos cuenta su vida, y nos sumerge en la problemática social actual que no todo el mundo parece percibir.
Se trata de una puesta en escena sencilla y brillante, con un texto cargado de momentos imborrables y que una vez nos subimos a él, no queremos bajarnos. Esto lo consigue María Hervás, que nos deslumbra desde abajo hasta arriba, poco a poco, creciendo en nuestra empatía, de menos a más, pudiendo llegar hasta el infinito cuando transcurre la hora y media de función, contándonos sus avatares, los de una «choni» de barrio con su entorno, y haciendo que entremos en su submundo, convirtiéndonos en cómplices de una realidad palpable.
Puro teatro, del bueno, del que no sólo se disfruta en la butaca, sino que crea conciencia, del que invita a la reflexión. De lo mejorcito de la temporada, sin duda.
Iphigenia en Vallecas
De Gary Owen
Adaptación María Hervás
Dirección Antonio C. Guijosa
Reparto María Hervás
Escenografía Mónica Teijeiro
Iluminación Daniel Checa
Sonido Mar Navarro
Prensa Compañía María Díaz
Fotografías Marc de Cock-Buning y Merysú de Cock-Buning
Diseño gráfico Daniel Jumillas
Una producción de María Hervás y Serena Producciones